Los primeros modelos a
seguir en ballet son los maestros en el salón de clase. Muchos maestros de
danza han sido o siguen desarrollándose como bailarines, por lo tanto, al tener
un grupo al que enseñar, lo hacen de la forma más apasionada y entregada
posible. El tener el privilegio de recibir una clase con bailarines de gran
trayectoria y admirable recorrido artístico te hace crecer y mejorar, porque
¿Quién mejor para enseñar, que quien estuvo un día en ese lugar y necesitó de
alguien que lo corrigiera, guiara y aconsejara para lograr lo que ahora es?
Les presentaré a algunos
de los maestros con los que he trabajado en mis clases regulares, ensayos o
talleres, que me han ayudado a crecer
como bailarina y a los cuales admiro mucho.
Stephan Moys
He recibido unas cuantas
clases con él, y la técnica que imparte es una combinación de diferentes
estilos, de Vaganova (Rusia), del Royal (ENG), de Cuba y de muchas otras. Es
odontólogo, pero también trabaja con diferentes escuelas impartiendo clases o
participando en obras de ballet clásico. Su método de enseñanza es uno de mis
preferidos, es bastante exigente pero también bastante motivador.
Actualmente nos imparte
clases en la Escuela de Danza Macholah los días martes y jueves, y estoy
dispuesta a aprender todo lo que pueda con él.
Laura Benitez
Para mí, Laura es una
bailarina increíble, y tenerla como maestra es todo un sueño. Se graduó de la
Escuela Nacional de Danza Morena Celarié, y ha ganado competencias de danza a
nivel internacional. Actualmente se encuentra en Alemania gracias a una beca de
danza, pero ya pronto en el mes de mayo volverá a ser la encargada de la clase
de los martes en la Escuela de Danza Macholah. En cada clase Laura me ha
inspirado y motivado a trabajar por dar más, y por esforzarme a lograr una
mejor versión de mi con cada paso.
Orlando López
Exigente, busca la
perfección de técnica y arte en cada movimiento. Estudió en la Escuela Nacional
de Danza de Nicaragua; imparte clases y participa en presentaciones
internacionalmente. Podría decir que es uno de los maestros más estrictos con
los que he trabajado; sus clases me obligan a prestarle atención y mayor
concentración a cada paso inconscientemente.
También le agradezco mucho a mis maestras regulares, Gisela Siliezar y Gisela Estrada por el tiempo y dedicación que invierten en cada una de sus clases.
Hay que aprovechar cada clase y todo lo que cada maestro puede brindar, son la parte fundamental para la formación de un bailarín, y saber aceptar tanto como halagos, críticas y regaños de los grandes que un día también estuvieron en nuestro lugar.
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