Como estudiante de danza
clásica, el ballet me ha enseñado no solamente los nombres de pasos o
coreografías, más allá de eso, me ha enseñado disciplina para aprenderlos, para
realizarlos correctamente; me ha enseñado humildad, a entender que siempre
podemos mejorar y que siempre habrá alguien que será mejor, a trabajar por ser
mejor que mi misma y no mejor que otros, me ha enseñado a que la constancia es
indispensable para lograr cualquier cosa que me proponga y a no darme por
vencida cuando las cosas no funcionan a la primera vez o no salen como yo
esperaba. Me ha enseñado que el fracaso es parte de la vida y aunque suene
gracioso es de las cosas que más me pueden impulsar a mejorar.
La danza me ha enseñado a
que puedo expresar mis sentimientos, emociones, pensamientos y poder
transmitirlos a otros. Me ha ayudado a crear lazos de amistad sanos con las
demás personas, y a comprender y tolerar sobre todo, que no siempre puedo ser
del agrado de todas las personas, ni siquiera la danza misma es de agrado para
todos, ¿Cómo podría serlo yo? A saber, que esto no está mal, y que es parte de
la vida y de crecer.
La danza me ha acompañado
en muchas etapas de mi vida, y puedo afirmar que te ayuda a formar un carácter,
que no se consigue sin ella.
El ballet, te enseña
respeto, ¿Cuándo es mi turno de pasar al frente y de bailar? Te enseña
paciencia, y a poder admirar y disfrutar del talento y esfuerzo de otros;
Aprendes a disfrutar cada momento, aprendes que con la danza, cada momento
junto a ella es valioso, es irrepetible, y así mismo es la vida, si dejas ir un
momento, por seguro que no se puede volver a repetir de la misma forma, por lo
cual se disfruta tanto de cada pequeña y gran experiencia.
Con la danza, logras
enamorarte del camino, y no de la llegada o del premio; Se hacen parte de la
experiencia y se valoran tanto los logros como los obstáculos.
Comprendes que sin
responsabilidad, no vas a llegar a lado alguno, y que sin carácter y
determinación, las cosas no tienen sentido alguno. Trabajas porque comprendes
que la constancia te puede llevar más lejos de lo que soñabas, y que junto de
la mano con cada uno de los obstáculos que se superan y transformando nuestras
debilidades en fortalezas, ¡Se pueden lograr resultados maravillosos!
Y ni hablar de la figura
esbelta que se puede lograr con el ejercicio físico tan exigente que requiere
el ballet, esa postura elegante, carisma y soltura que se desarrolla...
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