miércoles, 1 de mayo de 2019

El dolor detrás de la belleza

¨Nadie te entiende, hasta que se pone en tus zapatos... En mi caso, ¡Te recomiendo llevar un par de curitas¨!


Esa elegancia que se observa en el escenario, esos giros en los cuales las balletistas parecieran flotar, esos saltos en los cuales parece que tuvieran resortes en las zapatillas, o esos largos pas de deux (baile en pareja de un bailarín y una bailarina).


Si has intentado alguna vez pararte en las puntas de tus pies para alcanzar algo y permanecer en esa misma posición, sabrás lo difícil y doloroso que puede llegar a ser, y ahora, ir a mas allá que solo estar apoyarte en tus puntas de pies, sino subir y que las puntas de tus pies sean todo tu apoyo. Las balletistas de nivel avanzado hacen de esto su rutina diaria y logran una gran tolerancia y a manejo del dolor, al mismo tiempo que hacen cosas increíbles que deslumbran con su gran elegancia y talento.


Pero ¿Qué son las zapatillas de punta?
Son zapatillas fabricadas en diferentes tipos de materiales, como el cuero o el satén que llevan un soporte interno de yeso o madera para que funcione como soporte y permita a la bailarina realizar el balance en la punta de los pies, y que pueden usar solo por estudiantes del genero femenino, a diferencia de las zapatillas de media punta, las cuales son flexibles, y no hay requerimiento de ningún tipo para usarlas, y pueden practicar con ellas chicas y chicos.


Generalmente al tercer año de entrenamiento en un programa de ballet clásico, comienza el uso de las tan esperadas para toda estudiante ¨ Zapatillas de Puntas¨, o cotidianamente conocidas como ¨Puntas¨.
Según el blog ¨ABC Danzar¨, explica que el uso de las puntas no es recomendable antes de los 11 años de edad, y el maestro es el encargado de decidir si el estudiante esta listo para usarlas. ¨Es normal que las alumnas e incluso los padres se impacienten por la espera, pero no es un capricho del profesor. Observen la primera imagen, los huesos de los pies de una niña de 4 años, la unión de sus huesos esta incompleta, y observen la segunda imagen, de una niña de 12 años, con huesos sólidos, firmes y definidos¨.



También menciona que hay otros factores que determinan el momento de empezar el uso de puntas, como los años de entrenamiento de la estudiante, las horas de clase por semana, la estructura física del alumno, si tiene sobrepeso, entre otras cosas.

Al principio, el uso de estas zapatillas suele sentirse totalmente raro e incomodo, y se recomienda usarlas solamente con supervisión de un maestro. También, las alumnas deben comenzar a acostumbrarse a las repetidas y constantes ampollas que suelen salir por el uso frecuente de las puntas; con el tiempo y las horas de clases y ensayos, las zapatillas comienzan a sentirse como parte del cuerpo mismo de la bailarina, adaptándose al dolor y así como comenzando a realizar ejercicios avanzados con ellas.

La exigencia avanza
Conforme se avanza de nivel, las horas de clase y los ensayos se vuelven mayor y mas intensas, y el bailar con las puntas llega a ser algo del dia a dia, una costumbre, pero… ¿Se vuelve mas fácil bailar en puntas? ¿El dolor se va? ¿Las ampollas desaparecen en algún momento?

Una alumna entrevistada por el blog ¨Revista de danza¨, menciona que ¨La zapatilla de punta es la perfecta creación para que el sufrimiento quede camuflado de comodidad y delicadeza¨. Además ha explicado que si existieran unas zapatillas con un tejido invisible, se podría observar la agresividad que sufren los pies, y entonces tal vez así se mostraría mas la resistencia y disciplina de una bailarina, “siempre sonriente ante los ojos que la observan”.

La verdad es que dependerá de la conceptura física de cada bailarina, algunas tienen mas susceptibilidad a la formación de ampollas en sus pies que otras, pero la realidad es que el dolor nunca se ira mientras se baile en la punta de los pies. Si, puede llegar a ser mas fácil por las horas de practica y la costumbre que se logre al bailar de esta forma, pero esas uñas moradas, heridas que sangren, y músculos adoloridos y fatigados nunca se irán.

Marianela Nuñes, bailarina principal de la Compañía de Ballet Royal en Inglaterra, en un reportaje al preguntarle si sus pies sufren por la frecuencia del uso de las puntas, responde acerca de como el dolor es parte fundamental de su carrera.
¨Es que trabajamos con el cuerpo: es nuestra herramienta. Así que las marcas y los dolores existen. Hay algunos que están ahí siempre, no se van. Por eso es importante realizar otras actividades, como pilates o yoga, que te ayuden a fortalecer los músculos. Constantemente tengo mi fisioterapeuta cuidándome. Y más gente: mi masajista y al sport psychologist. En Londres, cada una tiene un equipo de médicos detrás, están adentro del teatro, atentos a vos¨.


El ballet requiere disciplina, y mucho mas allá que eso, una muy buena resistencia y tolerancia al dolor. ¿Pensabas que era fácil subirse al escenario a dar un par de giros y saltos con naturalidad en la punta de los pies? ¿Sin mostrar molestia absoluta? ¿Con una sonrisa? ¿Con gracia?
Apoyemos todo el sacrificio que los artistas dejan en el escenario para brindar una sonrisa a muchísimas personas en cada función!


Fuentes: 

  • Blog ¨ABC Danzar¨.
  • Blog ¨Revista de Danza¨.
  • Entrevista a la bailarina inglesa Marianela Nuñez.





1 comentario:

  1. Es increible conocer todo el sacrificio que estos artistas realizan por su pasión, su trabajo, sus ueño. Bailar profesionalmente no es para nada fácil, mucho menos bailar ballet; y a veces, aquellos que no pasamos de los asientos en el teatro no nos damos cuenta de todos los sacrificios que se llevan a cabo para poder ofrecernos un show que, además de calidad, nos transmita emociones y encanto.
    Siento honesta, incluso la fotografía de los pies de la bailarina me "dio cosita", y es de admirar a todos aquellos que, a pesar del dolor y las heridas, siguen manteniendo una genuina y apasionada sonrisa, pues saben que están haciendo aquello que aman.
    Felicidades a todos los bailarines, les compartó un poco de mi sincera admiración.
    Excelente trabajo!

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